Cliente: Johnson & Johnson del Ecuador
Ciudad: Quito
Servicio: Corporativo – Asesoría y Representación de Multinacionales
Johnson & Johnson del Ecuador, buscaba desde el 2014 reubicar sus oficinas en Quito. Sin embargo, el cambio no se concretaba porque, como sucede en muchas multinacionales, no lograban las aprobaciones de CAPEX para financiar el proyecto. La necesidad de cambio surge porque las oficinas actuales se encontraban, en un edificio antiguo que no cumplía con normas de seguridad requeridas. Adicionalmente, su infraestructura se deterioraba constantemente por la falta de inversión del propietario. Sumado a estos factores, la incorporación de otra línea de negocio a su operación en el país complicó más las cosas en términos de espacio, lo que obligó a ubicar a la nueva operación en un edificio diferente. En este contexto, toma forma el proyecto “One J&J, Ecuador”, que buscaba unificar todas las operaciones en Ecuador.
LA CORUÑA, como bróker de J&J, entra a formar parte de este proyecto como un aliado estratégico encargado de asesorarlos en el arrendamiento de sus nuevas oficinas. Nuestro reto fue encontrar un espacio perfecto que cumpla no solo con las pautas de seguridad y calidad sino también con lineamientos de diseño establecidos a nivel mundial por la compañía. Estábamos conscientes de que al no ser un espacio propio deberíamos encontrar a un arrendatario que esté dispuesto a invertir en las adecuaciones necesarias para cumplir con los requisitos establecidos.
Teníamos clara la dificultad del reto, pues J&J necesitaba un espacio con formato “plug & play” donde ellos no tengan que hacer absolutamente nada en relación al diseño y adecuaciones, con esto en mente realizamos nuestra estrategia de búsqueda. Después de varios meses, LA CORUÑA encontró la solución perfecta, tanto para J&J como para el cliente arrendador dentro de uno de los edificios más icónicos de Quito. El propietario, de este espacio era un constructor que tenía las posibilidad de hacer las inversiones necesarias para entregar las oficinas en el formato solicitado por J&J; de esta forma la empresa no tendría que invertir en adecuaciones. Por otro lado, el constructor cerró un contrato a largo plazo con una empresa multinacional de primer nivel, lo que representó una relación de ganar-ganar.
La cristalización del proyecto fue un largo proceso. Para asegurar el cumplimiento de expectativas del cliente se mantuvieron varias reuniones entre el equipo de arquitectos del arrendador y ejecutivos de J&J de Colombia y Brasil, todo esto con el constante apoyo de asesores de LA CORUÑA. El resultado de fue la entrega de un espacio de oficinas donde además de cumplir con las necesidades funcionales se refleja la identidad corporativa de J&J.